Bioplástico, la alternativa al plástico actual

Bioplástico, la alternativa al plástico actual

 

¿Existen alternativas al actual plástico, al plástico derivado del petróleo? La respuesta es que sí, existe el Bioplástico, un tipo de plástico derivado de productos vegetales, como la soja, el maíz, la fécula de patata...

 

El plástico convencional (el que viene del petróleo), como sabemos todos, es muy difícil de descomponerse en el medio ambiente: El plástico es un material que el planeta no puede digerir, tarda cientos de años en desaparecer, causando problemas a animales, al entorno, las emisiones de efecto invernadero, problemas a nuestra salud, …

 

El bioplástico, por el contrario, usa recursos renovables y algunos son hasta biodegradables, pudiendo ser eliminados como residuos orgánicos. Un ejemplo es el celuloide, uno de los primeros plásticos creados por el hombre, que se obtiene usando nitrocelulosa y alcanfor.

 

Otro ejemplo fue el Soybean Car (el coche de soja) de Henry Ford. Cuentan que Henry Ford quería aprovechar los excedentes de los cultivos para usos industriales, y por ello plantó miles de hectáreas de soja, y destinó una de sus fábricas en River Rouge a la investigación de este bioplástico.

 

En 1940, Henry Ford invitó a la prensa a ver "un coche cultivado en una granja". El Ford Soybean Car tenía piezas como el volante, los pomos... hechos de plástico de soja. Pero estos nuevos materiales con la llegada de la II Guerra Mundial no fueron a más. Era más rápida y barata la industria petroquímica.

 

Por el momento su coste de fabricación es superior al del plástico convencional, aunque esto podría cambiar con la subida del precio del petróleo y los últimos desarrollos en el campo de los plásticos vegetales (de hecho, el gigante automotriz Toyota divulgó un estudio que cifra en US$ 38 mil millones ese mercado para 2020).

 

Se están investigando las posibilidades del maíz, la caña de azúcar, el arroz, las patata... Una empresa brasileña, Braskem, está haciendo polietileno a base de caña de azúcar. En vez de bolsas de plástico en los supermercados está la alternativa de las bolsas ecológicas de fécula de patata.

 

Supongan o no una mejora a los plásticos derivados del petróleo, la huella de carbono del bioplástico es menor, sus materias primas son renovables, y muchos además son biodegradables, lo cual puede ser una manera muy económica de reciclar los excedentes de estos materiales.

 

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