El diseño: la diferenciación de Apple
Con el paso de los años el diseño de los objetos que nos rodean han mejorado bastante su estética. Si miramos atrás, en el primer coche, en las primeras gafas de sol, la primera máquina de escribir... Ninguno cuidaba su diseño; tan solo su funcionalidad.
Con los años los productos se iban popularizando y vendiendo de forma masiva, y los fabricantes se empezaron a distinguir por el diseño de sus productos y nuevas prestaciones en los productos.
Cuando preguntas por qué te has comprado estas gafas y no las otras te responderán simplemente “por que me gustan”. Nos gusta que nos gusten nuestras propias cosas, y más si las usamos a diario.
Y exactamente lo mismo ha pasado con la tecnología. La tecnología bajó sus precios, se popularizó, y mucha gente ya no quiere que su smartohone cumpla sus funciones principales, si no que ha de tener un diseño atractivo, que lo sientas tuyo y que te guste.
Apple ya desde el comienzo apostó por sus cuidados diseños. Steve Jobs sentía que debía hacer algo con la nueva tecnología que no tenía nada cuidada su estética.
Vio que los ordenadores eran unas carcasas con formas muy cuadradas, grises, complejas... Y de aquí surgió su idea de crear el nuevo (ahora ya viejo) iMac.
Este iMac tenía tanto un rediseño formal como un rediseño en el manejo. Redondeó las esquinas, utilizó colores y materiales traslúcidos, añadió un asa, y los hizo mucho más fáciles e intuitivos de utilizar por los usuarios medios.
No solo Apple ha apostado por el diseño en sus productos. Sony rediseñó los reproductores de música, Braun los electrodomésticos... Sabían que el diseño era un valor añadido al producto, y que la gente compraría sus productos por que les gustaran (sin dejar de lado la tecnología y funcionalidades).
Apple sabe que tratar a sus productos como joyas hace que mucha gente esté dispuesta a pagar más por las mismas prestaciones tan solo por ver en sus productos unos productos bonitos.
